La psiquiatra y docente del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal explica qué es imprescindible para mejorar la salud mental perinatal.
Por Diana Oliver
El embarazo es un momento vulnerable cuando hablamos de salud mental, ya que predispone a la aparición de los trastornos mentales y es también época de recaídas en aquellas mujeres que los presentaron anteriormente. Así lo señala Raquel Carmona, psiquiatra, directora del programa de salud mental perinatal del Área Norte de Córdoba y docente la formación en Psiquiatría Perinatal del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, para quien es fundamental la formación de los profesionales en el ámbito de la perinatalidad, pero también la mejora de la accesibilidad de las mujeres que sufren trastornos mentales perinatales, la visibilización de los trastornos mentales perinatales y la creación de políticas que piensen en las madres, los bebés y las familias. “Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada”, dice. Con ella hablamos sobre salud mental perinatal.
¿Cuándo debe ser atendido un malestar de salud mental en el embarazo y cuándo es algo normal adaptativo?
Para poder diferenciarlo, hay que evaluar de forma minuciosa los factores biológicos, psicológicos y sociales que rodean la maternidad en la mujer. Se atiende profesionalmente aquel malestar que constituye clínica, que conforma una psicopatología de intensidad moderada o grave. Sin embargo, a veces, por la propia vulnerabilidad del embarazo, lo normal y adaptativo también necesita apoyo, un espacio profesional de escucha empática y respetuosa que resuelva las dudas que la madre tenga. Es conveniente que si aparece malestar en la etapa perinatal, se consulte con especialistas para que puedan asesorarnos al respecto.
La ansiedad y la depresión son los dos trastornos de salud mental más habituales durante el embarazo. ¿Cuánto influye en esto el ritmo de vida actual?
El ritmo de vida actual influye en todas nuestras facetas. Por supuesto también en el embarazo. Es el momento en el que muchas mujeres se cuestionan aspectos que dan por sentado, la profesión que eligieron o los turnos que deben hacer para llevarla a cabo. La conciliación entre el trabajo y la maternidad es difícil y compleja y nos somete a un aumento de estrés durante los primeros meses de embarazo que puede hacer que surja un episodio ansioso o depresivo. Las políticas generales, locales y de empresa deberían estar más centradas en esto, pero aún no es así.
Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada. Igual de importante para la salud materna y del bebé es comer de forma saludable como tener momentos de ocio y lugares de trabajo conscientes y respetuosos con la perinatalidad.
Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada.
¿Puede darse tratamiento psicofarmacológico en el embarazo?
Sí. Se puede, y se debe si llega a ser el caso. Es importante que las embarazadas sepan la importancia de tomar psicofármacos cuando los síntomas que presentan los requieren. Estar bien evaluadas y tratadas contribuye a que el embarazo transcurra con salud. Repercute en la salud de la madre y del bebé, y en la estabilidad de la familia.
Hago hincapié en que también los compañeros médicos deben conocer la relevancia de los tratamientos psicofarmacológicos en el embarazo cuando son necesarios. Sigue siendo habitual la interrupción brusca de tratamientos que permiten que la mujer esté estabilizada solo lo por el mero hecho de conocer un estado de gestación. Este hecho aumenta la probabilidad de recaída de la patología previa en casi en un 80% de los casos. La información en este campo es la clave.
¿En qué casos estaría recomendado?
Los psicofármacos están indicados ante patologías de carácter moderado o severo. La psiquiatría perinatal, como especialidad, evalúa precisamente la idoneidad de los tratamientos según el carácter de la clínica, antecedentes previos, personales o familiares y el momento del embarazo en el que se encuentra la madre, para consensuar con la mujer el tratamiento más adecuado.
¿Qué tipo de fármacos no estarían aconsejados?
Los médicos seguimos las recomendaciones europeas y estamos actualizados sobre aquellos medicamentos que deben darse con cautela y siguiendo premisas más personalizadas. Hay muy pocas contraindicaciones absolutas. Es importante consultar las dudas con los profesionales referentes antes de interrumpir un tratamiento.
El último informe MBRACE-UK alertaba del suicidio materno en la etapa perinatal. Aunque los datos son de Reino Unido, ¿podrían extrapolarse a otros lugares?
Desgraciadamente no hay datos desglosados en España sobre suicidio perinatal, pero efectivamente las cifras que publica en informe MBRACE-UK nos hace valorar que también en nuestro país la primera causa de muerte de las mujeres durante el periodo perinatal pueda ser el suicidio, ya que son entornos socialmente extrapolables.
Pienso que es importante particularizar la etapa perinatal dentro del abordaje de las políticas estatales frente al suicidio que están consiguiendo visibilidad y recursos específicos.
¿Qué falla en la atención a la salud mental materna?
Es vital entender el proceso del embarazo en su globalidad, no sólo en el seguimiento del bienestar físico del bebé y de la madre, sino también del acompañamiento y evaluación del proceso emocional que conlleva. Entender que es una etapa vulnerable que predispone a la aparición de los trastornos mentales y que es época de recaídas en aquellas mujeres que los presentaron anteriormente es fundamental.
Necesitamos recursos específicos que permitan abordar todo esto con más tiempo por consulta y formación específica para ello en todas las categorías profesionales que proveen salud a la madre y al bebé. Matronas, ginecólogos, pediatras, psiquiatras, psicólogos, médicos de familia….
¿Cómo podemos prevenir problemas de salud mental materna?
Desde la perspectiva individual, una mujer puede consultar con un psiquiatra perinatal si ha padecido con anterioridad algún episodio ansioso-depresivo u otros trastornos mentales previos o si está siguiendo un tratamiento psicofarmacológico y se quiere quedar embarazada. De esta manera podemos realizar un seguimiento más estrecho del embarazo, modificar tratamientos, si fuera necesario, y acompañar a la mujer en la expectativa de la gestación.
La salud mental tiene un estigma enorme. ¿En la maternidad el estigma se multiplica?
Sí. El embarazo conlleva una expectativa de felicidad y plenitud que no se correlaciona con la realidad en muchos casos. Se hace más difícil revelar el malestar y buscar ayuda profesional.
¿Es importante el trabajo conjunto de distintos profesionales desde un enfoque multidisciplinar?
Por supuesto, y, además, así debe ser. El embarazo debe contemplarse desde una visión global, integral, que vele por el cuidado de la madre y el bebé como un todo. Este cuidado no solo es físico sin también emocional, y desde ahí cada profesional puede ir sumando conocimientos complementarios.
¿Hay un mayor interés en la formación en este ámbito por parte de los profesionales?
Cada vez hay más interés en la formación específica, pero en las Universidades aún no se contempla de manera generalizada el estudio específico de la salud mental materna. Tampoco en los periodos de formación posgrado, salvo interés particular del residente. Espacios de formación y encuentro como el Instituto Europeo de Salud mental Perinatal permiten la creación de una red multidisciplinar y la divulgación necesaria para que todo esto cambie.
Espacios de formación y encuentro como el Instituto Europeo de Salud mental Perinatal permiten la creación de una red multidisciplinar y la divulgación necesaria para que todo esto cambie.
¿Falta visibilidad y divulgación en torno a la salud mental materna?
Sí y es responsabilidad de todos que esto cambie. La información es imprescindible, la formación específica y especializada, también. Hacer visible la relevancia que tiene la salud mental materna es el primer paso para establecer protocolos de atención.
¿Qué consideras imprescindible para mejorar la salud mental perinatal?
Mejorar la accesibilidad de las mujeres que sufren trastornos mentales perinatales. Para eso hace falta protocolos de atención que estén en principio integrados en los sistemas locales de atención sanitaria, para que poder ser atendida de manera especializada no sea excepcional. La visibilización de los trastornos mentales perinatales y la formación de los profesionales serían otros puntos sobre los que habría que centrar el esfuerzo de mejora.