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La atención por matronas mejora la equidad y la salud de madres y bebés

Históricamente, aquellos países que en algún momento apartaron a las parteras o matronas del sistema de atención al parto normal son también aquellos con tasas más altas de cesáreas y de partos intervenidos.  Y eso no necesariamente mejora los resultados de salud, como demuestra el caso de Estados Unidos: uno de los sistemas médicos más medicalizados del mundo, pero con resultados de salud materno infantil a la cola de los países «desarrollados».  El estudio que presentamos a continuación es uno de los muchos que demuestra que la atención al embarazo y parto normal por parte de matronas es más saludable para madres y bebés.  En los sistemas más eficaces de atención al parto, el cuidado del embarazo y el parto está a cargo de matronas, siendo el obstetra el responsable cuando hay una complicación de salud que requiere una intervención.


 
Por Daphne Mcrae & Nazeem Muhajarine
 
Una investigación reciente llevada a cabo en Canadá ha evidenciado los beneficios para la salud de madres y bebés que han sido atendidos por matronas. Son beneficios que van más allá de la satisfacción emocional por la experiencia, lo que hace necesario reconsiderar el valor de la atención por estas profesionales.
Desde la implementación de la legislación de obstetricia en 2008 en Saskatchewan (Canadá), ha habido presiones para ampliar los servicios de matronería dentro de la provincia. Sin embargo, es fácil desvalorizar esa demanda considerandola una simple cuestión de preferencias. Después de todo, la mayoría de los bebés en Canadá están sanos al nacer, y la mayoría de los partos son atendidos por médicos. Por lo tanto, algunos pueden asumir que la atención por parte de matronas es un servicio complementario, algo así como la guarnición y la salsa para acompañar al plato principal de la atención a la maternidad.
Sin embargo, investigaciones recientes muestran que no todos los servicios de maternidad pueden satisfacer las necesidades de las mujeres por igual. Las mujeres embarazadas que viven en la pobreza, aquellas con adicciones o con problemas de salud mental pueden necesitar más apoyo emocional, educación, asesoramiento y tiempo con un/a profesional de maternidad.
Un gran estudio realizado con pacientes en Columbia Británica (Canadá) por un equipo de investigadores de la Universidad de Saskatchewan, mostró una reducción del 41 por ciento de partos prematuros en pacientes que vivían en situaciones precarias que fueron atendidas por matronas en comparación con las que fueron atendidas por obstetras. También hubo una reducción del 29 por ciento de bebés nacidos con bajo peso. Del mismo modo, las pacientes de matronas con enfermedades mentales y / o uso de sustancias eran mucho menos propensas a tener bebés prematuros o de bajo peso que aquellas que estaban bajo el cuidado de obstetras.
Esta investigación apunta a los beneficios individuales y sociales de la atención por matronas, incluida una reducción de la presión sobre el sistema sanitario, ya que se evitan problemas médicos graves y con potenciales efectos de por vida. Por tanto, aunque la atención de partería es una opción que puede tener un impacto positivo para todos, se parece más al plato principal de la atención de maternidad que a la salsa.
Como señaló la presidenta de la Asociación de Matronas de Saskatchewan, al menos una de cada cinco mujeres que solicitan servicios de matronería son rechazadas. Hay que tener en cuenta que los servicios de matronería solo están disponibles en cuatro regiones de la provincia. Para las mujeres que residen fuera del alcance de estos servicios, se niega atención por matronas al 100% de las personas que lo desean.
Cuando la demanda supera excesivamente la oferta, debemos preguntarnos: «¿Quién tiene menos probabilidades de recibir los servicios?» Entre ellas están las mujeres que tardan en iniciar el cuidado prenatal; las que no saben que la atención de matronería es una opción, o las que no saben que está cubierta por el seguro de salud provincial. Las mujeres que carecen de recursos económicos e información tienen una desventaja considerable. Sin embargo, estas son las mismas mujeres que podrían obtener los mayores beneficios del cuidado de la matronería.
La inversión actual en servicios de matronería es un buen comienzo, aunque sea como llamada de atención. Con la evidencia más reciente que sugiere beneficios para la salud más allá de la satisfacción emocional en el cuidado, es hora de reconsiderar el valor de la matronería para promover una salud equitativa y reducir la carga social y financiera de los malos resultados en los partos. La inversión en atención a la maternidad debe reflejar estas prioridades urgentes.

Daphne McRae es becaria postdoctoral asociada al proyecto de Salud Materna Canadá-Mozambique; Nazeem Muhajarine es profesora de salud comunitaria y epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Saskatchewan.
 
Traducido de:

Evidence shows midwifery care increases health equity while reducing cost

 
 

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