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Razones para destetar: investigación en Chile, por Franitza Zufic 

Imagen de Franitza Zufic, de Areola

Desde el Instituto de Salud Mental perinatal, publicamos, tras la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este pionero trabajo de investigación sobre el destete realizado en Chile por nuestra alumna Franitza Zufic, de Areola®, que ha cursado nuestra Formación en Lactancia y Salud Mental.

Soy mamá de un niño y una niña, mujer emprendedora, Asesora de Lactancia y gestora de la marca Areola®. Los últimos dos años me he especializado en realizar acompañamientos en procesos de destete, asesorando a más de 100 mujeres madres de manera personalizada. Soy autora del libro Mamá es Magia y creadora del Organizador de Demanda, ambas herramientas para acompañar y facilitar el proceso de destete a niños y niñas. Voluntaria hace 6 años en la Fundación Comunidad de la Leche en Chile, facilitando distintos grupos de apoyo a la lactancia y maternidad. Actualmente soy Gestora Territorial de la Red de GALM y facilitadora del GALM Destetando en Tribu. 

El objetivo fue determinar cuáles son las principales motivaciones maternas para comenzar un proceso de destete dirigido por la madre (apoyado por una Asesoría de Destete) en lactancias establecidas y cuáles son las posibles raíces que alimentan dichas motivaciones.

Se llama destete al momento cuando un bebé, niño o niña finaliza su período de lactancia, independiente del tiempo que haya amamantado o si esta era una lactancia exclusiva, mixta o diferida. Hay tantas formas de destetes como lactancias e inciden en éste diversos factores como la edad del lactante, lugar del planeta donde reside la diada (cultura), si el proceso es progresivo o abrupto, si es iniciado por el lactante (destete natural) o por su madre (destete dirigido) y muchos más.

El Programa Chile Crece Contigo, en su Manual Operativo de Lactancia Materna ha definido el destete como “un proceso que se inicia con la introducción del primer alimento que no sea leche materna. Es un período de transición en que el niño/a cambia progresivamente su forma de alimentarse. Este proceso culmina con la última mamada del niño/a, que puede ocurrir incluso años después de la introducción del primer alimento complementario”. Y agrega que “la edad de destete es algo que define cada madre, hijo/a y su familia, de acuerdo a su cultura, conocimientos y posibilidades” Chile Crece Contigo, (2017). En este último punto, ya se menciona el factor cultural, educacional y contexto en el cual está inserto la diada como relevantes al momento de la duración y cese de la lactancia.

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud en salud pública mundial es que durante los seis primeros meses de vida de los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente de leche materna y, a partir de ese momento, los lactantes deberían recibir alimentos complementarios inocuos y adecuados desde el punto de vista nutricional, sin abandonar la lactancia materna y continuando con ella como mínimo hasta los dos años de edad del lactante o hasta que la madre y el hijo/a lo deseen, sin definir un límite máximo en dicha duración. OMS, (2003).

Ahora bien, desde la Antropología -definida por la RAE como conjunto de ciencias que estudian los aspectos biológicos, culturales y sociales del ser humano- las investigaciones de la académica y antropóloga Katherine Dettwyler se han centrado en determinar la edad fisiológica del destete humano.

Dettwyler determinó que el destete natural de nuestra especie humana se sitúa entre los 2,5 y los 7 años de vida. “Los datos sobre primates no humanos sugieren que los niños humanos están diseñados para recibir todos los beneficios de la lactancia durante un período mínimo de 2 años y medio y un aparente límite máximo de unos 7 años. La selección natural ha favorecido a los niños que presentan una fuerte predisposición genética a esperar ser amamantados varios años desde su nacimiento, por lo que el instinto de mamar permanece fuerte en ellos durante todo este período”, Dettwyler, K. (1994).

Entonces, teniendo todos estos antecedentes no nos podemos dejar de preguntar ¿por qué generalmente las mujeres se encuentran pensando en el destete o iniciando este proceso mucho antes de las recomendaciones internacionales o de la edad sugerida para el destete natural de nuestra especie?

La respuesta que nos brinda la Dra. Dettwyler es que nuestra especie humana, a diferencia de otros mamíferos, se encuentra atravesada por un fuerte componente cultural: “La edad al destete es la única variable de historia de vida que está sujeta a una intervención cultural directa y sustancial, y el único tramo vital que se puede acortar en duración o eliminar por completo considerándose algo normal y deseable”, Dettwyler, K. (1998).

Así, ya podemos pensar que existen diversos factores culturales y contextuales que inciden en la decisión materna de destetar. Con esta investigación, por tanto, se buscará conocer las motivaciones de las mujeres en nuestro país para destetar y su relación con factores contextuales y/o culturales, como lo podrían ser su situación laboral, composición familiar, nivel de demanda del lactante, redes de apoyo en los cuidados y más.

Para este estudio se analizaron los datos entregados por una muestra total de 95 mujeres chilenas residentes en Chile que amamantaban a su bebé, hijo o hija y decidieron, por distintas y variadas motivaciones, buscar ayuda profesional de manera voluntaria para comenzar, continuar o finalizar su proceso de destete. Dicha ayuda, consistió en la realización de una Asesoría de Destete de carácter personalizada y virtual -mediante plataforma Zoom- de duración aproximada de 90 minutos, realizada por la Asesora de Lactancia Franitza Zufic (autora de este estudio).

Todas las asesorías personalizadas, seguimientos y recopilación de datos fueron realizadas entre septiembre del 2020 y enero del 2022.

Cabe mencionar que todas las participantes se caracterizaron por tener lactancias establecidas, es decir, lactancias instauradas que superaron el mes de vida del lactante, pudiendo ser a la fecha de la asesoría lactancias exclusivas o mixtas.

Análisis Demográfico

Todas mujeres que realizaron la asesoría de destete residen en Chile.

Del total de las mujeres de la muestra, se cuenta el registro de la profesión u oficio de más de la mitad de ellas (53/95). Luego, dentro de las mujeres profesionales (44/53) de la muestra que proporciona el dato, podemos resaltar que la mitad de ellas (22/44) son profesionales del área de la salud o relacionada. Lo cual nos hace reflexionar, por un lado, que las mujeres del área de la salud podrían estar más conscientes de la importancia de realizar un destete dirigido progresivo y responsable y, a su vez, que a pesar de su formación en salud desconocen cómo llevar a cabo este objetivo y han debido solicitar ayuda externa para realizarlo.

Podemos precisar que hubo (21/95) lactantes menores del año de vida. El rango entre 12 a 18 meses (entre 1 a 1,5 años) se ubicaron (32/95) de los lactantes. En el rango siguiente, entre 18 a 23 meses (entre 1,5 a 2 años) se registraron (19/95) lactantes. Si sumamos ambos rangos, podemos determinar que más de la mitad de los lactantes de la muestra (51/95) se ubicaron en el tramo entre 1 a 2 años de edad. En el rango de 24 a 29 meses (entre 2 a 2,5 años) se registraron (16/95) consultas, mientras que en el rango siguiente de 30 a 35 meses (2,5 a 3 años) se registraron (4/95). Si sumamos ambos, podemos determinar que en el tramo de 2 a 3 años se ubicaron (20/95) lactantes. Finalmente, en el tramo de 36 meses hacia arriba (3 años +), se registraron (3/95) lactantes.

Motivaciones maternas y discusión

Motivaciones maternas

. La motivación más elegida por las mujeres fue “Cansancio o agotamiento” (61). La segunda más elegida fue “Necesidad de dormir mejor” (37) y la tercera fue “Vuelta al trabajo” (28). Luego, en orden decreciente las elecciones de motivaciones fueron: “Ya no disfruto de la lactancia” (18), “Agitación del amamantamiento” (12), “Creo que ya es suficiente” (11), “Necesidad de independencia” (11), “Cursando un nuevo embarazo” (7), “Mastitis recurrentes” (6), “Búsqueda de un nuevo embarazo” (5), “Operación o tratamiento médico incompatible” (4), “Cese de dieta de exclusión por alergia alimentaria” (3), “Que coma mejor” (2).


Demanda de los lactantes y motivaciones

El nivel de demanda de leche materna del lactante al momento de la consulta puede ser muy variable. Para efectos de la asesoría, este dato se encontró dividido en dos: demanda diurna y demanda nocturna. Con respecto a la demanda diurna se determinó que la mayoría de los lactantes (21/95) realizaba 5 tomas diurnas

Objetivo de la consulta y motivaciones

El objetivo por el cual una mujer realizó una Asesoría de Destete podía ser variable. En el formulario previo a la atención, se identificó que en el mayor de los casos las mujeres (53/95) determinaron que su objetivo era el destete total, es decir el cese de todas las tomas. En segundo lugar, encontramos el caso de las mujeres (16/95) que definieron que su objetivo era un destete parcial diurno, es decir, eliminar las tomas correspondientes al día (desde que el niño despierta hasta que se va a dormir por la noche). En tercer lugar, encontramos el caso de las mujeres (15/95) que definieron que su objetivo era un destete parcial nocturno, es decir eliminar todas las tomas desde que el lactante se duerme por la noche hasta que amanece por la mañana. Finalmente, hubo mujeres (11/95) que declararon no tener claro aún su objetivo al momento de iniciar la asesoría, el cual se fue definiendo durante el transcurso del proceso.


Duración del proceso y motivaciones

El tiempo de duración estimado en el cual se programa y planifica un proceso de destete es otro factor que se pudo determinar. Encontramos en el grupo de estudio desde destetes abruptos de una semana a destetes progresivos de 6 meses o sin tiempo determinado de duración. La mayoría de las mujeres (30/95) programaron su proceso de destete en 2 meses. En segundo lugar, se situaron las mujeres (16/95) que programaron el destete en 3 meses, seguidas por las mujeres (15/95) que programaron su destete en 1 mes. A continuación, se situaron las mujeres (11/95) que decidieron no poner tiempo al proceso, seguidas por las mujeres (7/95) que programaron el destete en el trascurso de 1,5 (un mes y medio). Luego se situaron las mujeres (5/95) que programaron el proceso en 4 meses, seguidas por las mujeres (4/95) que programaron el destete en el transcurso de 2 semanas. Enseguida se situaron las mujeres (3/95) que programaron el proceso durante 6 meses, seguidas por una mujer (1/95) que lo programó en 5 meses. Finalmente, una última mujer (1/95) que programó el destete en el transcurso de 1 semana. Como conclusión, podemos pensar que la mayoría de las mujeres que solicita ayuda externa para el destete lo quiere realizar de manera progresiva, siendo el tramo entre 1 a 3 meses donde se sitúa la gran mayoría de las mujeres (68/95) de la muestra.


En el caso de los destetes más abruptos de la muestra (20/95) -considerando los planificados entre 1 semana a 1 mes- pudimos encontrar que en (11/20) ocasiones fue seleccionada la motivación “Cansancio y/o agotamiento”, en (7/20) ocasiones fue seleccionada la motivación “Necesidad de dormir mejor” y en (10/20) ocasiones fue seleccionada la motivación “Vuelta al trabajo. Por el contrario, en los destetes más progresivos de la muestra (15/95) -considerando los planificados entre 5 a 6 meses y los que no consideraron tiempo límite- pudimos encontrar que en (15/15) ocasiones fue seleccionada la motivación “Cansancio y/o agotamiento”, en (5/15) ocasiones fue seleccionada la motivación “Necesidad de dormir mejor” y en (3/15) ocasiones fue seleccionada la motivación “Vuelta al trabajo”. Gracias a esto, podemos concluir que la motivación que presenta mayor variación es la de “Vuelta al trabajo”, siendo mucho más significativa en los destetes abruptos de la muestra. Esto nos hace pensar que muchas veces esta necesidad tiene una fecha delimitada, correspondiente a la fecha de la incorporación al trabajo, la cual determina la duración del proceso de destete. Finalmente, una situación a resaltar es que en el caso de los destetes más progresivos de la muestra se concentró la mayoría de las mujeres que seleccionaron la motivación “Agitación del amamantamiento” (7/12), lo que a su vez ayudó a determinar que en este tipo de destete se ubicaron los lactantes con mayor edad de la muestra.

Distribución del cuidado y motivaciones

En este punto se determinó cómo están distribuidos los cuidados diarios (en jornada laboral) de los lactantes. La mayoría de los cuidados de los lactantes en casa recaen exclusivamente en la mamá (29/95). Si pensamos que la gran mayoría de las mujeres de la muestra se encuentra en alguna de las modalidades de trabajo mencionadas (64/95), nos ayuda a explicar porqué la motivación materna más alta para iniciar el proceso de destete es “Cansancio o agotamiento”.


Formas de dormir y motivaciones

La primera mayoría de los lactantes (45/75) realizaban colecho. En este caso hablamos de colecho para referirnos a los lactantes que compartían la misma cama (y/o utilizaban cuna adherida a ésta sin baranda) con su(s) adulto/a(s) cuidadore/a(s). Luego encontramos a los lactantes (13/75) que dormían en su propia pieza. Cabe mencionar que en algunos de estos casos los lactantes luego del primer o segundo despertar nocturno eran llevados a la cama de su(s) adulto/a(s) cuidadore/a(s). Luego encontramos a los lactantes (12/75) que dormían en cuna separada a la cama dentro de la misma pieza de su(s) adulto/a(s) cuidadore/a(s). En este grupo encontramos lactantes (6/12) entre los 7 y 10 meses de vida y lactantes (6/12) entre los 12 y 15 meses de vida. Cabe mencionar que en algunos de estos casos los lactantes luego del primer o segundo despertar nocturno eran llevados a la cama de su(s) adulto/a(s) cuidadore/a(s). Finalmente encontramos a los lactantes (5/75) que compartían pieza con su(s) hermano(a) mayor(es).

Esto datos nos ayudan a concluir que la gran mayoría de los lactantes amamantados de la muestra realizan colecho con su(s) cuidadore/s(s) principal(es), pudiendo suponer entonces que el colecho facilita la lactancia nocturna. Si recordamos, la mayoría de los lactantes realizaban 3 o 4 tomas nocturnas, lo que tener al bebé, niño o niña cerca podría significar un mayor descanso para sus madres. No obstante -con el tiempo y las responsabilidades diarias tanto laborales como de cuidados- esta dinámica puede a su vez tornarse muy agotadora, sobre todo cuando los lactantes realizan incluso más tomas nocturnas. Por lo que no sorprende que la motivación materna “Necesidad de dormir mejor” es la segunda más recurrente de las mujeres de la muestra.


Conclusiones

El destete es la parte final del ciclo de toda lactancia. Toda mujer que amamanta y todo lactante amamantado pasará por este momento. Por ello, es sumamente importante normalizar el destete socialmente y que lo/as profesionales de la salud conozcan y hablen de esta etapa de la lactancia tal como lo hacen cuando hablan de la importancia de un acople correcto o de la libre demanda. Cuando logremos esto, recién ahí la vivencia de este proceso comenzará a cambiar en beneficio de las madres y sus hijo/as.

Es igualmente relevante entender que la decisión materna de destetar no pasa exclusivamente por lo que quiere o no hacer esa mujer. Muchas veces esta decisión tiene su raíz en factores que ella misma no puede controlar y tienen que ver con la cultura en que vivimos.

Así, como pudimos determinar a lo largo del estudio, la motivación materna más relevante y mencionada por las mujeres de la muestra “Cansancio y/o agotamiento” es totalmente transversal a la edad de los lactantes, a la carga laboral materna, al nivel de demanda diurna o nocturna de los lactantes y otros factores. Por tanto, podemos concluir que esta motivación no solo se relaciona con un cansancio a amamantar propiamente tal, sino más bien un cansancio generalizado al estilo de vida (y la carga de responsabilidades) de las mujeres lactantes al interior de nuestra cultura.

Carga que a su vez detallamos y volvemos a remarcar: amamantar al lactante para satisfacer su demanda tanto diurna como nocturna, cumplir con otros cuidados del lactante (como darle su alimentación complementaria, dormirlo en sus horarios de siestas, aseo diario y baños, etc), cumplir con la carga laboral remunerada y/o estudios, cumplir con el trabajo doméstico (lavado de ropa, aseo general, cocinar, compras, etc.), cumplir con las necesidades de cuidados o académicas en caso de hermano/a(s) mayor(es) y otras dependiendo de cada contexto.  

Lamentablemente, muchos aspectos de nuestra cultura influyen y alimentan esta carga materna. Uno de ellos es el paso de la crianza en tribu o de familias extendidas a familias mononucleares, que han relegado la tarea de los cuidados y crianza al interior de cuatro paredes. Esta situación, de falta de redes de apoyo, ha quedado aún más en evidencia con la contingencia sanitaria, cuarentenas y cierre intermitente de Jardines Infantiles y Salas Cuna.

Otro de ellos es la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, sin flexibilidad horaria para los cuidados, la crianza y la lactancia. Se necesitan de manera urgente leyes y políticas públicas que ayuden a las mujeres madres a compatibilizar el trabajo y la crianza sobre todo de bebés, niños y niñas en etapa de primera infancia. Por ejemplo, permiso postnatal más extenso (idealmente de 12 meses), flexibilidad horaria en los trabajos y en su modalidad (telemática, presencial o mixta), políticas que apunten a una coparentalidad efectiva en los cuidados y crianza, etc.

Por último, otro aspecto a considerar es el desinterés de gran parte de los profesionales de la salud en actualizarse y comprometerse con la lactancia materna. Este hecho, muchas veces desencadena en destetes prematuros, abruptos o no deseados. Por ejemplo, en casos donde no se logran resolver episodios de mastitis que luego se vuelven recurrentes terminando en destete, en casos donde se recetan fórmulas lácteas antes de corregir problemas perfectamente solucionables en lactancias que están pasando alguna dificultad, en casos donde se indican destetes cuando realmente los tratamientos o medicamentos son compatibles con la lactancia o incluso casos donde se sugieren destetes abruptos y no se dan las mínimas indicaciones para evitar complicaciones durante el proceso. Así, se torna igualmente urgente la capacitación de los profesionales -independiente de su especialidad- que trabajen o asistan a diadas en período de amamantamiento sobre lactancia materna y destete.

Lamentablemente nuestra cultura no acompaña muchos procesos de la maternidad. Y el destete es uno más de ellos. Como vimos, son muchos los factores que no se pueden controlar y la carga materna termina siendo insostenible. Dar término a la lactancia termina siendo un factor que las mujeres sí pueden decidir para intentar conseguir cierta estabilidad, descanso, tiempo, alivio, salud mental o lo que sea que están necesitando. Saber y considerar estos factores culturales ayuda a las mujeres madres a aliviar el peso de destetar. Lo cual es muy relevante y necesario, ya que aliviar la culpa materna permitirá vivir el proceso de destete de una manera más plena.

Bibliografía

Chile, Ministerio de Salud, Programa Chile Crece Contigo, “Acompañando tu lactancia. Manual Operativo de Lactancia Materna” (p.21-23), H. Strain, F. Orchard, L. Fuentealba, 2017

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Dettwyler KA. (1998) Evolutionary medicine and breastfeeding: implications for research and pediatric advice. The 1998-99 David Skomp Distinguished Lecture in Anthropology. Department of Anthropology, Indiana University; Bloomington, Indiana.

Dettwyler, K.A. 1995 A Time to Wean: The Hominid Blueprint for the Natural Age of Weaning In Modern Human Populations. In Breastfeeding: Biocultural Perspectives, edited by Patricia Stuart-Macadam and Katherine A. Dettwyler, pp. 39-73. New York: Aldine de Gruyter.

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