Skip to main content

Elena Lebrato: “Las muertes de los hijos no se superan, se aprende a vivir con ellas”

muerte perinatal - postales a ines

La autora y madre encontró en la escritura epistolar una forma íntima y accesible de compartir su experiencia con la pérdida de su hija, buscando ofrecer consuelo y visibilizar un tema sensible como es la muerte perinatal.

 

Elena Lebrato tiene tres hijos. Dos en vida, y una niña, Inés, que murió en la semana 24 de gestación en 2012, cuando su hijo mayor tenía dos años. No fue hasta varios años después que encontró en la escritura epistolar una forma de compartir su experiencia de duelo. Fue gracias a un taller de escritura al que asistió online durante la pandemia que descubrió las cartas como recurso literario. Así nació la idea de Postales a Inés (Libros del Nido), un libro, recientemente publicado, en el que establece un diálogo imaginario con su hija. A través de este recurso, desea ofrecer consuelo y visibilizar un tema sensible como es la muerte perinatal. «Leer este libro puede ser un apoyo para madres que hayan pasado por una muerte perinatal porque a menudo es un silencio enormemente pesado», cuenta.

¿Por qué postales a tu hija Inés? ¿Por qué elegiste ese formato?

Surgió de una dinámica de un taller de escritura en pandemia que consistía en hacer una carta, que es un recurso literario que también se ha utilizado entre diferentes autoras, como es el caso de Anne Carson. El ejercicio iba unido a unas fotografías, en mi caso elegí la de una niña, y desde ahí hice la primera carta para Inés, para felicitarla un no cumpleaños. Mi hija nunca iba a cumplir años. A raíz de leerla en el grupo recibí un feedback muy bonito y eso me llevó a seguir el proceso de escritura, pero ya más hilado, siguiendo una estructura de cómo me gustaría que fuera el libro.

Pensé que las postales son bonitas porque creo que con el caos de crianza y vida que llevamos en general disponemos de tiempos muy cortos. Sentarte a escribir puede ser muy complicado, pero este formato me permitía contar una historia, pero adaptándome a esa escasez de tiempo. Además, me parece que es muy bonito el formato epistolar. Muy romántico.

¿La literatura puede salvarnos en momentos de tan profundo dolor?

Yo creo que la literatura no nos salva, pero sí es un refugio. Al menos así lo es para mí, que los libros son un refugio al que acudir e incluso encontrar respuestas. La literatura es compañía y puede ser parte de lo que necesitamos en cuanto a acompañamiento en procesos de duelo.

¿Quiénes han sido tus referentes o apoyos literarios?

Para mí ha sido el grupo de escritura y de lectura Maternituras. Formar un grupo, una tribu, de mujeres que son para mí referente en la maternidad y la cultura, me ha dado fuerza para sacar adelante un proceso de creación literaria.

Antes de esto, si tuviera que hablar de que libro o que autora marcó el arranque de todo, fue Quién quiere ser madre, de Silvia Nanclares. Con ese libro me di cuenta de que podía escribir también mi historia con Inés y que sería un libro diferente. Cada maternidad y cada no maternidad es distinta y son necesarios todos estos relatos que nos están llegando.

¿Se “supera” la muerte de un hijo?

Yo creo que las muertes de los hijos no se superan, se aprende a vivir con ellas. Creo que son heridas que cicatrizan, cada persona tiene un proceso diferente. Habrá días que sean más duros que otros, incluso hay días en los que no lo piensas. Al principio es imposible pensar que eso puede pasar, que va a haber días en los que no vas a acordarte, y el primer día que pasa eso, es muy doloroso, pero también reparador al pensar que vas a poder continuar.

¿Cuál es tu objetivo principal al compartir esta experiencia tan personal?

Cuando a mí me pasó no encontré estos relatos. Leer este libro puede ser un apoyo para madres que hayan pasado por una muerte perinatal porque a menudo es un silencio enormemente pesado. También dejo constancia de su paso por la vida y le rindo un homenaje a mi hija Inés. Y puede servir en las unidades de los hospitales como recurso para familias que pasen por ello. Construir refugio, tribu y acompañamiento.

¿Cómo ha sido tu proceso de encontrar tu voz y tu espacio dentro de la literatura para abordar temas tan sensibles y poco tratados como la muerte perinatal?

No he sido consciente de encontrar la voz hasta que he visto el libro publicado. Estaba un poco obsesionada con la voz y el tono, y que era una cosa a mejorar, pero creo que las postales son un poco como soy yo: directa, frases sencillas, sin da muchas vueltas… Me he dado cuenta de que la voz que tiene este libro soy yo.

¿Qué respuesta te gustaría generar con tu trabajo entre las familias que han vivido experiencias similares a la tuya?

Ya hay familias que me han trasladado que el libro las ha acompañado. Que es un libro bonito, que es tierno, y que esto les ha reconfortado.

Yo tenía miedo de la exposición que iba a tener: era algo muy personal, muy mío, y cualquiera podría asomarse a él.

 

Quizás también te interese: