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Efectos del apoyo social percibido sobre el estrés materno y lactancia

Giselle Kamenetzky, doctora en Psicología y alumna de la VI edición de la formación en Lactancia y Salud Mental del IESMP, participó en el artículo «Effects of perceived social support on maternal stress and breastfeeding: A narrative review» publicado por la revista Interacciones el 30 de noviembre de 2023, explorando cómo el apoyo social influye en el estrés materno y la lactancia.

 

El 30 de noviembre de 2023, la revista Interacciones publicaba el artículo Effects of perceived social support on maternal stress and breastfeeding: A narrative review en el que participa Giselle Kamenetzky, doctora en Psicología y alumna de la VI edición de la formación en Lactancia y Salud Mental del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal (IESMP). Kamenetzky y el resto de investigadoras analizaron los desafíos que pueden generar estrés en la madre y la influencia que esto tiene en la lactancia materna. En entrevistas con madres, se observó que el apoyo disminuye significativamente tras el nacimiento del niño, lo que puede perjudicar la lactancia debido al estrés materno que reduce la liberación de oxitocina. El apoyo social puede mitigar el estrés y promover la lactancia y la salud materna e infantil. Este apoyo debe provenir de familiares, amigos, el equipo de salud y políticas públicas. Las instituciones y políticas deben crear un entorno favorable para la lactancia y apoyar a las madres, especialmente en contextos vulnerables y de crianza monoparental.

Giselle Kamenetzky comparte a continuación algunas de las ideas y reflexiones en torno a su investigación:

Los desafíos de la maternidad

La maternidad presenta numerosos desafíos que pueden ser percibidos como una amenaza para la madre y desencadenar respuestas de estrés. Es importante que la madre reciba apoyo social desde el embarazo. En una entrevista a madres les preguntamos acerca del apoyo y colaboración que recibieron de familiares y amigos durante el embarazo y en la actualidad. Las madres podían responder en una escala de 1 (mínima colaboración) a 5 (máxima colaboración). Se observó una disminución considerable en la percepción del nivel de apoyo a la madre una vez nacido el niño (disminuye el nivel de máxima ayuda y aumenta el de mínima colaboración). Algunas investigaciones muestran que transcurrir el embarazo y posparto en estado de estrés elevado puede perjudicar la lactancia. Un factor encontrado en la literatura que podría explicar esta asociación es que el estrés materno puede disminuir la liberación de oxitocina, una hormona que desempeña un papel fundamental en el proceso de eyección de leche durante la lactancia. Una alteración sostenida de la eyección y vaciado del pecho podría disminuir la producción de leche. Otros factores se relacionan con alteraciones en los niveles de cortisol y disminución de la sensibilidad a la insulina, los cuales se asocian con una alteración en la producción de leche. Por otro lado, niveles elevados de oxitocina pueden disminuir los niveles de estrés en la madre, por lo cual todas las medidas de apoyo pueden impactar de manera beneficiosa para la salud del binomio (Nagel y cols., 2022).

El apoyo social (en inglés social buffering) se estudió en numerosas especies sociales dado que la presencia de un miembro de la misma especie puede atenuar las respuestas de estrés, ante una situación que se percibe como amenazante (Avellaneda & Kamenetzky, 2021). En el contexto de la maternidad, se debe afrontar numerosas situaciones que pueden desencadenar respuestas de estrés. La lactancia puede representar un desafío, y en este contexto el apoyo social proveniente de personas cercanas (familiares, amigos y equipo de salud) desde el embarazo podría ser un factor clave para el inicio y sostenimiento de la lactancia y la salud de la madre y el bebé. El apoyo social se refleja en una transferencia de recursos a la madre, tales como brindarle información, apoyo emocional y práctico (Rosa-Rodríguez et al., 2015). 

Las distintas formas de apoyo

El apoyo social puede provenir de varios niveles e impactan de diversos modos en la madre y el niño. Es necesario trabajar con el núcleo cercano a la madre (familia, amigos, comunidad). Las personas cercanas cumplen un rol fundamental para brindar apoyo emocional y práctico a la madre, por ejemplo, ofreciendo ayuda en las tareas cotidianas o la atención de los hijos para disminuir la demanda que requieren estas tareas. Pero también es fundamental el rol de los equipos de salud. El trabajo interdisciplinario con profesionales formados y actualizados permanentemente en los avances de las investigaciones sobre lactancia resulta clave, si consideramos que constituyen la fuente de información hacia las madres. El apoyo del equipo de salud debería idealmente estar presente desde etapas tempranas con programas para embarazadas adecuados, ya que en el marco de estos programas es posible brindar apoyo social a la madre, fundamentalmente apoyo emocional e información adecuada y actualizada. Hago hincapié en brindar información actualizada y adecuada dado que existen numerosas creencias acerca de la lactancia que pueden perjudicar su desarrollo. También el intercambio que sucede entre las madres puede ser una fuente de información y apoyo emocional, y podría ser importante lograr construir redes de apoyo entre ellas, especialmente en madres que no cuentan con familiares o amigos, o en contextos de crianza monoparental.

El apoyo también debería provenir de las instituciones y de las políticas públicas. Respecto de las instituciones que producen un impacto directo podemos mencionar los servicios de salud donde la madre acude durante el embarazo, el parto y la asistencia al niño luego del nacimiento. Cada vez hay más evidencia sobre el impacto que pueden producir las prácticas médicas durante el parto sobre la lactancia y el bienestar psicológico de la madre y el niño. Las investigaciones de nuestro equipo muestran de manera sistemática que se han incrementado los partos por cesárea y que esta práctica se asocia significativamente con una reducción de la probabilidad de amamantar. Esto podría deberse, entre otros factores, a la separación precoz de la madre y el niño y el estrés en el binomio producido por las prácticas durante el parto. Los trabajos de Nils Bergman son muy reveladores en este sentido, especialmente su énfasis en la necesidad de proteger el contacto piel con piel de la madre y el bebé inmediatamente después del nacimiento.

Hay suficiente evidencia acera de las consecuencias del estrés en la madre sobre la lactancia, pero está menos estudiadas las consecuencias del estrés en el bebé sobre las conductas de ingesta. Niveles elevados de estrés durante etapas tempranas podrían producir daños en el desarrollo. En modelos animales hay investigaciones que revelan que en condiciones regulares la madre funciona como apoyo para la cría, disminuyendo sus respuestas de estrés durante la ontogenia temprana. Sin embargo, cuando la madre está estresada no puede funcionar como apoyo social para sus crías y éstas muestran respuestas de estrés con características similares a animales adultos, con consecuencias de corto y largo plazo en su crecimiento, desarrollo y las respuestas emocionales ante situaciones de peligro o las claves que las predicen (Raineki y cols. 2010). En nuestro quipo solemos referirnos al concepto de la institución como “buffer del buffer”, es decir, la institución funcionando como apoyo social a la madre brindando apoyo emocional, información y apoyo práctico cuando no lo tiene, para que ella pueda funcionar como apoyo social para su bebé. De esta forma podrá reducir sus respuestas de estrés y tener una mayor probabilidad de poder ser alimentado con leche humana.

Los espacios laborales también deberían apoyar a la madre y el niño, por ejemplo, facilitando las condiciones para el sostenimiento de la lactancia. Respecto del apoyo proveniente de las políticas públicas, algunas de las medidas que se podrían regular son las siguientes: 1. Entorno hospitalario favorable que apoye la lactancia desde el nacimiento, como la «iniciativa hospital amigo del niño», 2. Regulación de la comercialización y prescripción de fórmulas infantiles que restrinja las prácticas de marketing y la prescripción innecesaria, 3. Promoción y educación en lactancia desde el embarazo, con acceso a programas para embarazadas en distintos ámbitos de la comunidad. Este punto es fundamental, en nuestro equipo hemos hallado que los niños con desnutrición infantil muestran medidas de crecimiento mayores cuando sus madres asistieron durante el embarazo a programas para embarazadas (mayor puntaje z de peso para la edad, talla para la edad y peso del recién nacido). Estos resultados son acordes a los hallados por Paredes-Mondragón et al. (2019), quienes hallaron que la ausencia de apoyo social durante la gestación se asocia con el bajo peso al nacer, 4. Legislación laboral para garantizar un entorno laboral que facilite el sostenimiento de la lactancia.

Las familias monoparentales: un desafío extra

La crianza monoparental podría representar un desafío extraordinario, especialmente en contextos de elevada vulnerabilidad social. Es escasa la literatura sobre lactancia y crianza monoparental. En nuestro equipo hallamos que mujeres casadas o en pareja alimentan a sus bebés con lactancia en mayor medida que las mujeres en situación de crianza monoparental. Se necesitan investigaciones adicionales para poder establecer las causas de esta asociación, pero podemos predecir que la crianza monoparental sumada a una red escasa de vínculos sociales cercanos podría reflejar un apoyo social insuficiente. Por eso solemos recomendar en las instituciones que asisten a familias vulnerables que fortalezcan sus programas para embarazadas y evalúen qué madres se encuentran en situación de crianza monoparental para brindar especial apoyo. También remarcamos la importancia de promover los vínculos entre las madres para conformar grupos de apoyo y cooperación.

Áreas de investigación a futuro

Los resultados de las investigaciones sobre este tema sugieren que es fundamental explorar los efectos del apoyo social desde las etapas tempranas de la vida, idealmente desde el embarazo. Con nuestro equipo de investigación (Grupo interdisciplinario de investigación en aprendizaje y conductas de ingesta durante el desarrollo – GINACID, CONICET-UAI, Argentina), evaluamos el efecto de los programas para embarazadas sobre las medidas de crecimiento de niños con desnutrición infantil y hallamos que los niños con desnutrición cuyas madres habían asistido a un programa para embarazadas presentaron mayor peso para la edad en el momento del nacimiento. Asimismo, sostuvieron estas diferencias durante el ingreso a las instituciones que los asisten y en la última evaluación. También presentaron mayor talla para la edad en ambos períodos. Es decir que el apoyo social desde el embarazo produjo efectos de corto y largo término sobre el crecimiento de niños con desnutrición.

Con respecto a los diagnósticos de desnutrición, tanto en el ponderal, estatural y psicomotor, los casos graves corresponden a niños que no han recibido lactancia materna exclusiva. va, en comparación con niños que durante los primeros 6 meses fueron alimentados con leche de fórmula. Estos resultados son impactantes y reflejan la importancia de seguir profundizando en las investigaciones sobre el efecto del apoyo social brindado desde el embarazo, generando y fortaleciendo programas para embarazadas que contengan un amplio contenido de formación en lactancia. Las investigaciones nos permiten desarrollar o perfeccionar los programas desde una base empírica, para optimizar los recursos y maximizar los efectos al aplicarlos tanto en población general, como en contextos de extrema vulnerabilidad social.

 


 

Referencias

Avellaneda, M. & Kamenetzky, G. (2021). Regulation of the stress response by social buffering: A review across species. Revista Interamericana de Psicología/Interamerican Journal of Psychology, 55(1), e1439.

Awad-Sirhan, N., Simó-Teufel, S., Molina-Muñoz, Y., Cajiao-Nieto, J., & Izquierdo-Puchol, M.T. (2021). Factores asociados al estrés prenatal y la ansiedad en gestantes durante el COVID-19 en España. Enfermeria Clinica, 32, S5 – S13.

Dozier, A. M., Nelson, A., & Brownell, E. (2012). The Relationship between Life Stress and Breastfeeding Outcomes among Low-Income Mothers. Advances in preventive medicine, 2012, 1-10.

Doulougeri, K., Panagopoulou, E., & Montgomery, A. (2013). The impact of maternal stress on initiation and establishment of breastfeeding. Journal of Neonatal Nursing, 19(4), 162-167.

Čater, M., & Majdič, G. (2022). How early maternal deprivation changes the brain and behavior? The European journal of neuroscience, 55(9-10), 2058-2075.

Nagel, E. M., Howland, M. A., Pando, C., Stang, J., Mason, S. M., Fields, D. A., & Demerath, E. W. (2022). Maternal Psychological Distress and Lactation and Breastfeeding Outcomes: a Narrative Review. Clinical therapeutics, 44(2), 215–227.

Paredes-Mondragón, C. V., Dorado, H. M., Martínez-Gómez, S. Y., Ortiz-Martínez, R. A., Arias Linthon, S., & López Benavides, A. C. (2019). Relación entre la ausencia de soporte social adecuado durante el embarazo y el bajo peso al nacer. Rev Colomb Psiquiat, 48(3), 140-148.

Raineki, C., Moriceau, S., & Sullivan, R. M. (2010). Developing a Neurobehavioral Animal Model of Infant Attachment to an Abusive Caregiver. Biological Psychiatry, 67(12), 1137–1145.

Rosa-Rodríguez, Y., Negrón Cartagena, N., Maldonado Peña, Y., Quiñones Berrios, A., & Toledo Osorio, N. (2015). Dimensiones de bienestar psicológico y apoyo social percibido con relación al sexo y nivel de estudio en universitarios. Avances en Psicología Latinoamericana, 33(1), 33-43.

Spratt, E.G., Marsh, C., Wahlquist, A.E., Papa, C.E., Nietert, P.J., Brady, K.T., Herbert, T.L., & Wagner, C. (2016). Biologic effects of stress and bonding in mother-infant pairs. Int J Psychiatry Med, 51(3), 246-57.