Reconocer nuestra biología, sin perder de vista lo cultural y lo social, nos permitiría cuidar más y mejor a los bebés, las madres, la familia, y la sociedad en su conjunto. Dotar de recursos a las madres es la mejor forma de reconocerla.
Por Diana Oliver
No es lo mismo ser padre que ser madre. No lo es para el bebé, que nace esperando (re)encontrarse con su madre fuera del útero. Y no lo es para la madre, que pasa por un embarazo, un parto, un posparto, una lactancia y un período de nueve meses de exterogestación. Ambos asuntos son poco reconocidos en la actualidad, ya que los discursos imperantes suelen obviarlos. Lo decía Ibone Olza en una entrevista en El País, en marzo de 2022:
«La maternidad es un conflicto encarnado en el cuerpo de cada madre porque no se reconoce nuestra biología. Por un lado, está lo que nos pide el cuerpo: aliviarles el sufrimiento, cuidarles, protegerles. Y por otro, un discurso social que va en la línea contraria: déjale llorar, no le cojas, da igual si eres tú u otra persona quien cuida de tu hijo o de tu hija, innumerables horas de guardería… Se quita valor a lo que haces, e incluso se espera que hagas justo lo contrario. Esto se da a lo largo de toda la crianza y en la adolescencia también, y provoca un conflicto interior brutal que se manifiesta en ese injusto sentimiento que es la culpa».
Reconocer nuestra biología, sin perder de vista lo cultural y lo social, nos permitiría cuidar más y mejor a los bebés, las madres, la familia, y la sociedad en su conjunto. Dotar de recursos a las madres es la mejor forma de reconocerla.
Una maternidad sostenida mejora la salud mental
Un reciente estudio publicado en The Lancet, The effect of parental leave on parents’ mental health: a systematic review, ha concluido que unos permisos remunerados de maternidad más amplios protegen la salud mental de las madres. “En general, se observó una mejora en la salud mental entre las madres con políticas de licencia parental más generosas (es decir, duración del permiso y permiso remunerado frente a permiso no remunerado). Por ejemplo, el aumento la duración del permiso generalmente se asoció con un riesgo reducido de mala salud mental materna, incluida la depresión, la angustia y el agotamiento, y menor necesidad de atención de la salud mental. Sin embargo, la asociación entre el permiso de los padres y los resultados de salud mental de los padres fue menos concluyente”, señalan sus autores.
Nada que no sepamos y que se lleve reclamando desde hace ya décadas. Y es que, si bien los permisos de paternidad han aumentado progresivamente su duración, no lo han hecho los de maternidad, que llevan congelados desde 1989. Este es uno de los reclamos de mujeres, activistas, profesionales y asociaciones como PETRA Maternidades Feministas: alargar los permisos de maternidad para que, al menos, y para empezar, coincidan con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la lactancia materna. Entre las críticas que el colectivo de madres hacen a la actual situación de permisos iguales e intransferibles en España, es que si bien es cierto que el padre atraviesa un momento de transición paternal (término acuñado por el psicólogo Javier de Domingo), no es equiparable a la transición física y emocional que hace la madre, ni mucho menos a las necesidades del bebé. Es por ello que unos permisos iguales de poca duración, que no sean transferibles en la familia, y que pongan en el centro las necesidades del mercado laboral y no las humanas, harán complicado que las mujeres puedan vivir la experiencia de la maternidad de forma positiva. Lo dijo la socióloga Isabel Aler: “El mercado de trabajo, tal como está -androcéntrico y precario- es un obstáculo para la labor más importante, que es la reproducción de la vida”. El problema no es la maternidad sino que el sistema, tal y como está configurado, es un problema para nuestras maternidades.
Más información:
Los permisos de maternidad más largos y remunerados protegen la salud mental de las madres (31 de enero de 2023, El País), artículo en el que participa la docente y coordinadora Ana González Uriarte.
The effect of parental leave on parents’ mental health: a systematic review (The Lancet, 2023), Amy Heshmati, Helena Honkaniemi, Sol P Juárez.