Una investigación explora cómo la actividad cerebral se ve afectada en función de si se amamanta o si se extrae la leche, en madres primerizas. Los resultados subrayan la importancia del estímulo emocional recibido por parte del bebé durante la lactancia, lo cual puede tener efectos beneficiosos en la salud mental de las madres.
Un estudio llevado a cabo por un grupo de investigación de la Universidad de Guadalajara (México), en el que participa Marai Pérez Hernández (alumna de la formación Lactancia y salud mental), ha investigado la actividad eléctrica cerebral (EEG) durante la lactancia, comparándola con la extracción de leche. Se analizó la activación cerebral en las áreas prefrontal y parietal y cómo estas áreas se acoplaban para llevar a cabo cada una de estas condiciones. Además, se evaluaron las puntuaciones afectivas de las madres lactantes primerizas durante las dos condiciones: extracción de leche y lactancia.
La lactancia materna es ampliamente reconocida como la opción óptima para alimentar a los bebés, sin embargo, la extracción de leche materna se presenta como una alternativa para que las madres proporcionen a sus bebés todos sus beneficios. Sin embargo, durante la extracción de leche, algunas madres experimentan una estimulación sensorial diferente y reportan sentirse aisladas, generando una relación de amor-odio con el extractor y niveles bajos de satisfacción.
Los resultados revelaron que durante la lactancia, las madres reportaron mayores niveles de placer. Además, se observaron diferencias significativas en la actividad cerebral, con una actividad más lenta en las áreas prefrontales y una menor amplitud de la banda alfa en la corteza parietal. Cuando las madres amamantan a sus bebés presentan un patrón EEG que sugiere que las madres están en un estado emocional, de placer y relajación (actividad lenta y menor acoplamiento funcional en prefrontales), pero al mismo tiempo están prestando toda su atención al bebé para atender todas sus necesidades (menor amplitud de la banda alfa en parietal y mayor acoplamiento funcional prefrontal-parietal). Esta actividad podría interpretarse como una integración de procesos cognitivos con procesos motivo-emocionales necesarios para la interacción durante el amamantamiento.
«Este estudio muestra la importancia de la estimulación que recibe la madre por parte de su bebé, provocando en ella un estado de placer y relajación, motivándola a cuidarle. Además, probablemente, el estado afectivo positivo que experimentan tenga efectos benéficos sobre su salud mental, cómo ha sido reportado en otros estudios», señala Marai Pérez.
Más allá del valor científico que pudiera tener este estudio, también mostró el interés de muchas mujeres por apoyar y promocionar la lactancia materna. Según Pérez, esto lo vieron reflejado en la gran difusión de su cartel promocional, que se compartió cerca de 100 veces en redes sociales.
«Las madres que pudieron asistir al laboratorio para el estudio siempre mostraron una gran disposición y aunque todas habían utilizado al menos un par de veces el “sacaleche”, esto no evitaba padecer un poco de incomodidad cuando se le mostraba y se le pedía que hiciera la extracción. Por lo contrario, al regalarnos uno de sus momentos más íntimos con su bebé –su tiempo de amamantamiento–, tuvimos la oportunidad de observar el disfrute no sólo de manera conductual sino también cerebral», concluye la investigadora.
Estudio original publicado en Early Human Development: Electroencephalographic activity during direct breastfeeding and breast milk expression in primiparous mothers (Actividad electroencefalográfica durante el amamantamiento y la extracción de leche materna en madres primíparas).
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