
Por Diana Oliver
Un nuevo estudio revela que las madres en Europa, especialmente en España, se sienten sobrecargadas, maltratadas por un sistema laboral inflexible y poco valoradas socialmente, lo que genera una preocupante crisis de salud mental materna con impacto en toda la sociedad.
La maternidad supone una transformación profunda en la vida de las mujeres que afecta a las dinámicas personales, familiares y profesionales. Pese a esto, las políticas sociales y laborales siguen sin tener en cuenta cuáles son las necesidades reales de las madres para que esa metamorfosis no sea la fuente de los problemas de salud mental y la sobrecarga innecesaria que empapa a muchas de ellas. La reciente encuesta «El estado de la maternidad en Europa 2024», realizada por la ONG internacional Make Mothers Matter (MMM), en colaboración con Kantar, revela esta crisis silenciosa que atraviesa la salud mental materna en la actualidad y arroja datos clave para comprender la magnitud de una realidad invisibilizada durante décadas: madres que, a pesar de su esfuerzo constante, se enfrentan solas a una carga desproporcionada de cuidados, falta de apoyo institucional y escaso reconocimiento social.
La encuesta, que analizó las respuestas sobre las experiencias de 9.600 madres de 12 países europeos – Bélgica, Chequia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Polonia, Portugal, Eslovaquia, España, Suecia, así como del Reino Unido–, encontró que el 50 % de las madres declaraba sufrir problemas de salud mental (depresión, ansiedad, agotamiento, depresión periparto u otros) y el 67 % afirmaba sentirse sobrecargada. Preocupa el caso de España, donde el 78% de las madres se declaran sobrecargadas (67% de media en la Unión Europea), acarreando los niveles más altos de ansiedad –el 42 % de las encuestadas, frente al 32 % de media en la UE– y de agotamiento mental –el 21 % manifestaron burnout por encima de la media europea situada en el 18 %–. Especialmente vulnerables son aquellas con varios hijos, las madres solteras y aquellas con niveles de ingresos bajos.
Los factores que están detrás de este malestar son múltiples y poco evaluados tradicionalmente a la hora de trazar políticas sociales de bienestar para las familias. Las autoras del informe destacan datos clave como que, por ejemplo, las madres españolas siguen asumiendo hasta el 64 % de las tareas domésticas, independientemente de su situación laboral, con consecuencias importantes sobre su bienestar y su estabilidad económica. O que solo el 53 % siente que su rol como madre es reconocido por la sociedad, por debajo del 59 % a nivel europeo.
Además, a nivel laboral las madres europeas se enfrentan a retos como la falta de flexibilidad de las empresas o sus reticencias a la adaptabilidad de los lugares de trabajo. Tras el nacimiento del primer hijo, la proporción de madres en España que trabaja a tiempo completo desciende del 79 % al 52 %. Además, aunque solo el 6 % abandona por completo el mercado laboral, las que permanecen, según valoran las autoras del estudio, se enfrentan a un momento complejo por la ausencia de medidas que tengan en cuenta los ajustes emocionales y físicos, así como por la responsabilidad adicional que implica la maternidad por la ausencia de políticas adecuadas. Es decir: la necesidad más señalada por las madres en el ámbito laboral es la flexibilidad, pero muchas se enfrentan a entornos rígidos; de hecho, el 30 % de las que cambiaron su situación laboral lo hicieron para pasar más tiempo con sus hijos y el 37% no está satisfecha con la duración del permiso de maternidad, el cual apenas ha sido modificado en unas semanas desde el año 1989, cuando se establecieron las 16 semanas.
Por último, y no menos importante, es la visibilidad que la encuesta otorga a las dinámicas familiares. Según los datos recogidos, al menos el 57 % de las tareas del hogar y de cuidado son realizadas únicamente por ellas, independientemente de su situación laboral. Aunque la mayoría de los padres españoles sí accede al permiso de paternidad lo cierto es que la percepción de muchas madres es que son aún muchos los aspectos del cuidado que no son asumidos. Esta brecha no solo se manifiesta en la carga diaria, sino también en el modo en que se toma el permiso: solo una minoría de padres lo gestiona de forma corresponsable.
Todos estos datos muestran que, pese a los avances logrados bajo la Estrategia de Igualdad de Género de la Unión Europea 2020-2025, que introdujo medidas en torno a la conciliación de la vida laboral y familiar, la transparencia salarial o la estrategia en torno a los cuidados, persisten importantes brechas a nivel institucional, así como en los ámbitos privado y social que provocan un grave sufrimiento a las madres y problemas de salud.
Diana Oliver es madre de dos hijos y periodista especializada en temas de maternidad, infancia y salud. Coincidiendo con el nacimiento de su primera hija se pasaba al periodismo freelance. Desde entonces colabora de forma habitual con medios como El País, El diario o El salto.