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El Parlamento Europeo escuchó la voz de las madres

la voz de las madres

Las madres europeas se sienten sobrecargadas y arrastran importantes problemas de salud, pero ni las instituciones ni la sociedad están a la altura para sostenerlas.

Por Diana Oliver

El pasado lunes 22 de septiembre el Parlamento Europeo escuchó las voces de casi 10.000 madres en una sesión que comenzó pocos minutos después de las cuatro de la tarde. Fue gracias a la presentación de la encuesta “El estado de la maternidad en Europa 2024”, realizada por la ONG Make Mothers Matter (MMM), que ha recogido las experiencias y opiniones de las madres de doce países europeos –Bélgica, Chequia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Polonia, Portugal, Eslovaquia, España, Suecia y Reino Unido.

Entre los datos más preocupantes que ha dejado ver esta investigación se encuentran los relacionados con la salud mental de las madres, que evidencian no solo las medidas insuficientes sino también lo alejadas que están las existentes de las necesidades reales de quienes atraviesan esta experiencia vital.


En España, la situación es clara: no existen políticas públicas ni laborales que prevengan su sufrimiento, algo que asociaciones como PETRA Maternidades Feministas y El Parto es Nuestro, así como numerosos grupos de crianza y lactancia en todas las comunidades autónomas, llevan denunciando desde hace muchos años. Por ejemplo, casi el 80 % de las encuestadas en nuestro país se sienten sobrecargadas y muchas conviven con distintos trastornos y problemas de salud mental, siendo la ansiedad la más frecuente, afectando a casi la mitad de las madres encuestadas.


Además de los resultados, en el evento celebrado en Bruselas también se escucharon las voces de distintas expertas en salud materna, entre ellas la psiquiatra y directora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal (IESMP), Ibone Olza, quien pidió que se tenga en cuenta la urgencia de integrar un enfoque del cuidado que reconozca y proteja la salud física y mental de las madres desde el embarazo, subrayando cómo la matrescencia prepara a las mujeres para cuidar y amar a sus hijos (aquí ha sido esencial el trabajo de investigadoras como la neurocientífica y docente del IESMP Susana Carmona), pero también las vuelven más vulnerables.

Olza destacó que, a pesar de que la biología humana favorece una maternidad amorosa, las sociedades modernas imponen una forma de vida que genera un enorme estrés a las madres; que a menudo deriva en depresión y trauma. Por eso insistió en que solo con medidas como la atención respetuosa y compasiva, el apoyo real a la lactancia, la inclusión de los padres o la protección de las madres más vulnerables (migrantes, adolescentes, con problemas de salud mental o hijos enfermos) se puede aliviar esta situación. Por supuesto, también subrayó la necesidad de crear y sostener programas especializados de salud mental perinatal, y denunció la hipermedicalización, la explotación reproductiva y la falta de políticas públicas que protejan a madres e hijos.

En definitiva, su discurso mostró que el verdadero cambio solo será posible si se centra en el cuidado de madres y bebés, promoviendo políticas, educación y atención médica que prioricen la protección y la salud mental desde la concepción hasta la crianza, pero, sobre todo, guiadas por el amor.

Y esto es lo que esta encuesta evidencia: que tanto la sociedad como las instituciones siguen fallando a las madres, y que es urgente un cambio estructural que reconozca y apoye su rol central en la vida de los hijos, pero también en la sociedad.

*Puedes ver el vídeo completo del evento aquí y el discurso de la directora del IESMP acá.