Un estudio realizado a lo largo de 30 años con familias con bajo y alto riesgo de depresión ha revelado que los hijos de padres deprimidos tienen un mayor riesgo de depresión, morbilidad y mortalidad, que persiste hasta la mediana edad. En ambos casos, la depresión suele aparecer durante la adolescencia, pero los chicos con antecedentes familiares tienen más posibilidades de tener episodios recurrentes que se manifiestan hasta la madurez.
Informes previos de este estudio longitudinal fueron publicados a los 10 y 20 años de iniciarse, cuando los hijos eran adolescentes o jóvenes adultos. Este ultimo análisis confirma que los hijos de padres deprimidos siguen teniendo tres veces más probabilidades de tener episodios recurrentes de depresión y ansiedad.
Aunque los grupos con alto y bajo riesgo no presentaron diferencias en educación, empleo o nivel de ingresos durante los 30 años de seguimiento, el grupo con alto riesgo de depresión tenía más posibilidades de haberse divorciado y de tener menos hijos. También de habían recibido más tratamientos por problemas emocionales durante más tiempo y tenían un peor funcionamiento general que el grupo de bajo riesgo.
«Estos hallazgos indican que una sencilla valoración de la historia familiar de depresión puede ayudar a identificar a las personas con riesgo de sufrir depresión a largo plazo», afirmó la Dra. Myrna Weissman, profesora de epidemiología en psiquiatria del la Universidad de Columbia, jefe de la división de epidemiologia del New York State Psychiatric Institute y una de las autoras del estudio. «Se ha demostrado que incluso intervenciones preventivas eficaces con adolescentes eran menos efectivas si alguno de los padres estaba deprimido. Nuestro trabajo previo mostró que el tratamiento del progenitor deprimido hasta la total remisión puede reducir los síntomas de depresión también en los hijos«.
Artículo completo:
Offspring of Depressed Parents: 30 years later
Aunque los grupos con alto y bajo riesgo no presentaron diferencias en educación, empleo o nivel de ingresos durante los 30 años de seguimiento, el grupo con alto riesgo de depresión tenía más posibilidades de haberse divorciado y de tener menos hijos. También de habían recibido más tratamientos por problemas emocionales durante más tiempo y tenían un peor funcionamiento general que el grupo de bajo riesgo.
«Estos hallazgos indican que una sencilla valoración de la historia familiar de depresión puede ayudar a identificar a las personas con riesgo de sufrir depresión a largo plazo», afirmó la Dra. Myrna Weissman, profesora de epidemiología en psiquiatria del la Universidad de Columbia, jefe de la división de epidemiologia del New York State Psychiatric Institute y una de las autoras del estudio. «Se ha demostrado que incluso intervenciones preventivas eficaces con adolescentes eran menos efectivas si alguno de los padres estaba deprimido. Nuestro trabajo previo mostró que el tratamiento del progenitor deprimido hasta la total remisión puede reducir los síntomas de depresión también en los hijos«.
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Offspring of Depressed Parents: 30 years later