Tras el nacimiento, en circunstancias ideales, se producen sofisticados procesos a nivel físico, emocional y neuronal, de vinculación y sincronización entre madre y bebé, orientados a favorecer el vínculo madre-bebé y la lactancia materna. Este vínculo es fundamental para favorecer un óptimo desarrollo del bebé a nivel físico, psíquico y social. Para que estos procesos ocurran hacen falta algunas condiciones básicas que la naturaleza provee si se le permite: un parto lo menos interferido posible, preservar al máximo el estado hormonal natural del nacimiento y permitir a madre y bebé estar juntos piel con piel tras el parto sin interferencias. Sin embargo, una gran mayoría de bebés nacen y son recibidos en unas condiciones bien distintas, bien porque nacen en entornos de medicalización innecesaria del parto, o porque son separados al nacer. ¿Qué pasa con estos bebés? ¿Que oportunidades tienen las madres de «reparar» lo que no ocurrió? Entrevistamos a Nils Bergman, experto en la neurociencia del piel con piel e investigador de renombre sobre los efectos de los Cuidados Canguro.
En muchos hospitales del mundo no se está respetando este importante momento, muchas madres y bebés son separados al nacer sin motivo, o tienen partos medicalizados o con problemas que alteran este delicado momento tras el nacimiento. ¿Cuales son las consecuencias a gran escala de entorpecer el nacimiento y el contacto tras el mismo entre madre y bebé?
Estamos observando aumentos enormes de dificultades de aprendizaje cuando los niños comienzan la escuela, y una amplia gama de trastornos emocionales y de comportamiento, entre ellos el autismo. Estamos viendo mala salud en niños pequeños y adolescentes. Estamos observando una epidemia de Síndrome X: obesidad, hipertensión y diabetes. De hecho, existe toda una nueva ciencia llamada DOHaD: Los orígenes del desarrollo de la salud y la enfermedad (en adultos). El hecho de que el nacimiento tenga un impacto sobre esto es incontrovertible, aunque también tiene que ver con malas prácticas en el embarazo y en todo el período neonatal (primer mes).
¿Como afecta un mal nacimiento a nivel comportamental?
Un mal comienzo también puede afectar los procesos de adaptación. La adaptación a un mundo benigno y bueno se denomina «estrategia de historia de vida lenta». Cuando los recursos son pobres y las son cosas difíciles, necesitamos una «estrategia de historia de vida rápida». Con malas prácticas de nacimiento, las señales más tempranas que el cerebro recibe sobre el mundo en el que nace es que este es un mundo malo, duro, difícil. Esto conduce a cambios cerebrales preparatorios para un mundo tan duro. Puede hacer que el individuo, como adulto, se adapte a un mundo malo, incluso cuando el mundo es bueno. O bien, ese comportamiento podría incluso hacer que el mundo bueno se vuelva malo, si la mayoría de las personas desarrollan este comportamiento adaptativo.
En el curso que impartes en Madrid explicas los increíbles beneficios del contacto ininterrumpido entre madre y bebé tras el nacimiento. Ahora imagina a una madre que tuvo un parto difícil, o una cesárea, o ha parido en un hospital con protocolos obsoletos, y fue separada de tu bebé durante varias horas. ¿Qué le dirías a esta madre? ¿Es posible «reparar» un mal nacimiento?
¿Se puede reparar un ‘mal nacimiento’? Si y no, depende. Lo que he descrito son las condiciones ideales, y debemos proporcionar un cuidado que esté en armonía con lo previsto por la «Madre Naturaleza». Pero la madre naturaleza sabe que el mundo real no siempre es «ideal». Así tenemos algo llamado ‘redundancia’ … cualquier cosa realmente importante tiene planes de respaldo. Si el plan A no funciona, se activan el plan B o el plan C. Saber esto ayuda mucho. Tener una cesárea electiva significa que no se obtiene el aumento de oxitocina necesario para activar el inicio correcto del cerebro. Pero el contacto inmediato piel a piel puede proporcionar oxitocina (plan B) y también succión en el pecho (plan C), ayudado por la separación cero después de eso (plan D). El resultado puede ser bastante perfecto.
Una cesárea como tal no tiene que ser algo negativo en este aspecto, a menos que se haga demasiado pronto o demasiado tarde. Hay evidencia científica de que afecta negativamente al comportamiento materno, pero creo que influye más la separación posterior que la cesárea en sí.
Una o incluso dos cosas malas no necesariamente llevan al daño. Es la acumulación de varias cosas malas (esto se llama carga alostática). Una advertencia: algunos bebés tienen «alta sensibilidad» y pueden sufrir daños antes. Y algo reconfortante: otros bebés parecen ser muy resistentes y no sufren ningún efecto adverso. Y hay un amplio espectro entre estos grupos.
También las madres son diferentes cuando vienen a dar a luz: algunas tienen resiliencia y buenas experiencias que compensan una asistencia y un entorno inadecuados. Pero otras madres pueden nacer con heridas pasadas, o nunca han sido amamantadas, y necesitan sistemas que las apoyen.
También está el momento: varias horas no serán tan malas como varios días, y varias semanas es mucho peor.
¿El daño siempre puede repararse?
Si hacemos lo correcto en el momento adecuado, obtendremos rápidamente un buen resultado. Cuando ha habido un retraso en el primer contacto madre-bebé, primero debemos hacer que el retraso sea lo más corto posible. Luego debemos invertir mucho más tiempo y ser más cuidadosos al proporcionar el apoyo para lograr un buen resultado. ¿Se puede “reparar” el daño? Si, siempre. Sin embargo, la reparación puede ser costosa y llevar mucho tiempo. La reparación puede ser completamente funcional, pero puede dejar cicatrices e incluso un funcionamiento subóptimo. Pero «la perfección puede ser el enemigo de lo bueno» … no hay necesidad de aspirar a la perfección.
Sin embargo, esto no es razón para proporcionar una atención al parto que impida activamente la perfección, para realizar prácticas que ya sabemos que causan daño. Cuanto más se alejen nuestros profesionales y nuestros sistemas de atención de lo que es un buen apoyo a un buen comienzo, más probable será que se expresen adaptaciones y vulnerabilidades.
El papel de la lactancia materna
Sabemos los beneficios de la lactancia sobre la salud física del bebé y su madre. ¿Puedes explicarnos cómo influye en el desarrollo cerebral, psíquico y social?
La lactancia materna contiene nutrientes que satisfacen las necesidades del cuerpo y el cerebro, pero hay más. El cerebro es un «órgano social», por lo que la lactancia materna alimenta la sociabilidad del cerebro. Lo hace a muchos niveles, comenzando con experiencias sensoriales puras de una manera que hacen que los circuitos en el cerebro se formen y funcionen. El proceso establece en el bebé una actitud de confianza básica ante la vida, basado en el hecho de que su madre siempre satisface sus necesidades. Luego viene la interacción sensorial bidireccional, que es el tejido de la sociabilidad. La conexión emocional es el ingrediente esencial. Esto alimenta la sensibilidad para “conocer la mente de otro”, es la base de la empatía y la fuente de la moralidad. Ciertamente, la empatía y la moralidad pueden llegar a algunas personas que nunca amamantaron, pero es mucho más fácil y más natural con la lactancia materna.
Imaginemos a una madre que aún deseando amamantar encontró muchos problemas y no ha recibido la ayuda adecuada, por lo que no pudo amamantar. ¿Qué le dirías a esa madre? ¿Hay alguna forma de compensar una lactancia corta o inexistente?
No amamantar es una pérdida. Esta madre deseaba amamantar merece empatía y comprensión por sus sentimientos sobre esta pérdida. Pero para su bebé, la pérdida está lejos de ser total, y los mecanismos de compensación están disponibles, como expliqué anteriormente sobre la redundancia: se necesitan el plan B y el plan C. Pero se requiere una reflexión cuidadosa para asegurar el contacto prolongado que conlleva la alimentación al pecho, y asegurarse de que sea placentero y divertido para el bebé y la madre, no solo una tarea o una carga. Y el ambiente sensorial de la lactancia materna puede proporcionarse muy bien mediante la separación cero, el contacto prolongado de piel a piel durante algunas semanas mientras ambos lo disfruten, y después de eso portear al bebé durante muchos meses. Y además cantar mucho con el bebé y contarle cuentos».
Nils Bergman participa como docente en el seminario Neurociencia y Epigenética del Nacimiento, y en las formaciones en Psiquiatría Perinatal y en Lactancia y Salud Mental
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