La atención hospitalaria fragmentada se basa en la premisa de que el embarazo y el parto son en sí mismos procesos que requieren ser dirigidos. Así, la inducción del parto, la analgesia epidural y la cesárea son ahora temáticas comunes en los relatos de parto de muchas mujeres. Desde esta perspectiva, el dolor del parto es considerado como algo que necesita ser aliviado y el uso de la analgesia epidural se considera una práctica normal (Newnham, McKellar, & Pincombe, 2016). Tanto las madres como en muchos casos los profesionales tienen poco conocimiento sobre la fisiología del parto normal y en particular, sobre los beneficios del parto fisiológico (Wong, He, Shorey, & Koh, 2017). Sin embargo, tener un parto vaginal con mínima interferencia supone considerables beneficios para mujeres y sus bebés tanto a corto como a largo plazo.
El parto evoluciona mejor acompañado por una matrona conocida y de confianza
El parto es un evento psicosocial con un profundo significado psicológico en la vida de la mujer y, en la mayoría de los casos, no requiere de rescate médico o alivio. Además, hay mucha evidencia que muestra que el parto es mejor acompañado por una matrona conocida que aporte tranquilidad, apoyo y confort (Walsh, 2006), para que la mujer pueda trabajar con el dolor en vez de resistirse a él (Leap, Sandall, Buckland, & Huber, 2010), y pueda sentirse lo suficientemente segura para “dejarse ir” (Anderson, 2000). Cuando las mujeres son acompañadas de esta manera, el parto tiene el potencial para ser positivamente transformador, produciendo una sensación de fuerza interior, triunfo y felicidad. Estas experiencias transformadoras tienen un impacto final en la mujer y en la conciencia sobre sí misma, su confianza como madre reciente (Fenwick et al 2015) y la relación con su recién nacido (Toohill et al 2014).
Una nueva teoría explica el potencial positivo de dar a luz
Aunque el tema sobre el trauma en el nacimiento está ganando terreno, el potencial de las mujeres de transformarse positivamente mediante el parto aún no se entiende adecuadamente. Nuevas investigaciones han abordado este vacío y han desarrollado nuevos lenguajes que pueden facilitar la conversación de las mujeres sobre sus experiencias.
La candidata a PhD, Ella Kurz, aplicó la teoría feminista al nacimiento para desarrollar una teoría que explica el poder transformador de parir (Kurz, Davis & Browne, 2021).
La nueva teoría, Parturescence, describe el proceso de cómo una mujer se transforma mediante el parto y el nacimiento (Kurz et al., 2021). La transformación positiva resulta en un mayor bienestar psicosocial después del parto. Mientras que la transformación negativa incluye el trauma del parto y daño psicológico posterior a este. La teoría de Parturescence hace referencia a las líneas de descendencia (actividades que conllevan predictibilidad y control durante el parto) y líneas de ascendencia (actividades que dan paso a nuevas formas de pensar y ser). Cabe destacar que aquellas partes del trabajo de parto y nacimiento que suponen un reto y son desestabilizadoras, que están mediadas por la atención profesional a la maternidad, son clave para su transformación positiva o negativa (Kurz et al., 2021).
Las interacciones mujer-matrona pueden facilitar la transformación negativa o positiva del parto (Kurz et al., 2021). Las matronas necesitan tener la motivación y la capacidad de acompañar a las mujeres para que estas se sientan seguras, amadas, relajadas y sin temor durante el parto, pero no todas las matronas han desarrollado estas habilidades (Allen, Kildea, Hartz, Tracy, & Tracy, 2017). Investigaciones recientes han demostrado la importancia de las competencias sociales y emocionales de las matronas para establecer y mantener una relación positiva (Hastie & Barclay, 2021).
¿Qué significa esto para las mujeres y los servicios de maternidad?
El parto y el nacimiento tienen un valor intrínseco para mujeres y bebés, y esto debería verse reflejado en cómo la atención a la maternidad es organizada y proporcionada. Las mujeres, y la comunidad en general, han de saber que la presencia continua de una matrona conocida y en la que la madre confíe, se traduce en beneficio directo para la mujer mientras esta se transforma triunfante en madre. Cuando las mujeres son tratadas con respeto y compasión, sin importar cómo ha sido el nacimiento, hay un gran potencial de transformación positiva.
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