Debido a la repercusión viral de este vídeo y otros similares, preguntamos al prestigioso pediatra y neonatólogo Dr. Nils Bergman y a su esposa Jill Bergman, experta y educadora en Cuidados Canguro, si el bebé realmente se duerme o si se trata de otro tipo de reacción de desconexión ante una situación de estrés.
Aquí sus respuestas:
Análisis del Dr. Bergman:
El padre empieza a emitir un sonido en una nota monótona
- Respuesta inmediata: susto, reflejo de moro = el bebé se asusta.
- 4 segundos más tarde: brazo extendido, dedos crispados = vigilancia, búsqueda.
- 5 segundos más tarde: el bebé trata de agarrarse, no hay contacto visual, cierra los ojos = estado de miedo.
- 2 segundos más tarde: taquipnea, respiración rápida = la evaluación confirma que la amenaza continúa.
- 9 segundos más tarde: se mantiene la respiración rápida continua, pero mantenida = cambia al estado de congelación.
- 7 segundos más tarde: Todavía respira con dificultad, todavía tenso y agarrado, ojos cerrados = congelación sostenida.
- 3 segundos más tarde: signo de bostezo (en realidad más como un jadeo lento) … no es un signo de sueño, sino una señal de socorro (Puede reflejar un auto-equilibrio autonómo): señal de advertencia finalizada, ya no está en congelación.
- Al final: Buscando de nuevo el contacto visual, de vuelta a estado de vigilancia, todavía en estado de miedo.
Evidencia científica de la interpretación:
Rising sound intensity: an intrinsic warning Cue Activating the Amygdala
Pregunta:
Y por qué lloraba el bebé en primera instancia??
Análisis de Jill Bergman:
El papá no mira al bebé
No hace contacto visual
No percibe la expresión del bebé
No le habla en voz baja
No contiene sus brazos en búsqueda
Él la abruma con un ruido demasiado intenso
Los brazos del bebé se crispan, permanecen extendidos
Trata de encontrar confort buscando el contacto con las manos del papá
Cierra los ojos con fuerza para ocultarse o disociarse del ruido que no puede evitar
Ojos muy cerrados en evitación
Respiración muy rápida
Creo que el bebé está en «modo pánico»
Si, ha sido condicionada, entrenada a callarse. «A lo mejor» se ha acostumbrado a esas vibraciones muy altas.
Se queda quieta (en pánico, ya que no se puede ir)
Pero creo que el bebé se queda quieta por la misma reacción de disociación / protesta-desesperación que en la respuesta de congelación del truco de la aspiradora.
Conclusiones
Aun con las mejores intenciones, los adultos podemos equivocarnos e interpretar erróneamente los efectos de nuestras acciones (= ¿se ha «dormido?»). La mente y necesidades de los bebés son muy diferentes a las de los adultos. Por ello es importante no aplicar «recetas» standard cuando cuidamos a nuestros bebés, aunque aparentemente «funcionen», y sí permanecer en sintonía emocional para percibir intuitiva y fielmente qué siente, necesita y nos comunica sin palabras nuestro bebé.
Sobre los autores
Dr. Nils Bergman es médico neonatólogo, especialista en neurociencia perinatal. Es reconocido internacionalmente por su contribución a la evidencia científica de los Cuidados Madre Canguro en el cuidado de los bebés prematuros y del contacto piel con piel entre madres y recién nacidos. El Dr. Nils Bergman es docente en Terra Mater y participa en el seminario Neurociencia y Epigenética del Nacimiento: aplicaciones clínicas (presencial y online).
Jill Bergman es, entre otras muchas cosas, consultora y formadora de profesionales y familias en la neurociencia del cuidado de los bebés recién nacidos.