Por la Dra. Princess Nothemba Simelela, Subdirectora General de la OMS para la Familia, la Mujer, la Niñez y la Adolescencia. Organización Mundial de la Salud
Hoy en día, existen grandes diferencias en la asistencia que se brinda a las mujeres en el parto. En un extremo del espectro, se les realizan demasiadas intervenciones médicas demasiado pronto. En el otro, reciben muy poco apoyo demasiado tarde, o nunca. En ninguno de los extremos, las mujeres tienen la experiencia positiva de parto que desean y merecen.
Un embarazo normal sin complicaciones debería resultar en el nacimiento de un bebé sano. Desafortunadamente, este proceso natural a menudo se trata como un evento de alto riesgo por temor a resultados adversos en el nacimiento. Esto resulta en un enfoque muy centrado en los buenos resultados clínicos, que, aunque son deseables, pueden desestimar las propias preferencias de las mujeres y conducirlas a sufrir intervenciones innecesarias.
Las mujeres también están reportando altos niveles de falta de respeto y trato abusivo durante el parto en los hospitales de todas las regiones y culturas. Esto puede eclipsar por completo uno de los momentos más cruciales en la vida de una mujer, el día en que trae al mundo a su bebé.
Situando a las mujeres en el centro de la atención
Sin lugar a dudas, alentar a las mujeres a dar a luz en centros de salud, donde hay profesionales cualificados para atender los partos, es esencial, y ha ayudado a reducir las tasas mundiales de mortalidad materna y neonatal durante décadas. Sin embargo, hay mucho margen de mejora en la calidad de la atención brindada en estas instalaciones hospitalarias.
Para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 de garantizar vidas saludables y promover el bienestar para todos a todas las edades, no podemos mantener nuestro enfoque únicamente en la supervivencia. La atención de alta calidad para todas las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, durante el embarazo, el parto y los períodos postnatales, es esencial para garantizar que las madres y los niños no sólo sobrevivan sino que prosperen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que la «atención de alta calidad» debe tener en cuenta tanto la prestación del servicio como la experiencia de la mujer. Nuestras nuevas recomendaciones sobre la atención intraparto establecen el estándar global sobre la provisión de los servicios y sobre la experiencia de parto de la madre. Las pautas sitúan a la mujer y su bebé en el centro del modelo de atención, para lograr los mejores resultados físicos, emocionales y psicológicos posibles.
Elementos clave de un enfoque centrado en la mujer incluyen:
- evitar intervenciones médicas innecesarias,
- alentar a las mujeres a moverse libremente durante el trabajo de parto temprano,
- elegir su posición de nacimiento
- y tener acompañamiento de su elección en todo momento.
- También significa garantizar la privacidad y confidencialidad y brindar información adecuada sobre el alivio del dolor.
Cada parto es único
Las recomendaciones de la OMS reconocen que el punto de referencia anterior para la tasa de dilatación cervical a 1 cm / h durante la primera etapa activa del trabajo de parto puede no aplicarse a todas las mujeres, y es inexacto para identificar aquellas en riesgo de resultados adversos al nacer. Una tasa de dilatación cervical más lenta que este punto de referencia no debe verse como una indicación de rutina para las intervenciones para acelerar el parto o acelerar el nacimiento.
Estas pautas son un paso hacia la reducción de las altas tasas de intervenciones médicas innecesarias o ineficaces. El embarazo, el parto y el período postnatal son eventos memorables en la vida de una mujer. La aplicación de estas pautas mejorará esta experiencia para todas las mujeres de todo el mundo.
Traducido de:
A “good birth” goes beyond having a healthy baby