Skip to main content

25 N: Visibilizar la Violencia Obstétrica

Exposición Vulnerables

Desde el IESMP, en este 25N Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, queremos contribuir a visibilizar la Violencia Obstétrica que tanto afecta a muchas mujeres, bebés y familias en periodo perinatal. Para ello, hemos estado el pasado jueves en inauguración de la exposición Vulnerables en Madrid.

“Me trataron mal, el obstetra me dijo que sin su ayuda no podía parir. Después de que naciese mi hija le regalé una botella de vino”.

Silvia Marte recoge y es altavoz de las historias de decenas de mujeres a través de fotografías y audios, para denunciar que la violencia obstétrica es un problema global que representa una grave violación de los derechos humanos de las mujeres y los recién nacidos.

Imagen de la exposición VulnerablesEn palabras de Silvia, “estamos en un momento histórico en el que muchas mujeres están poniendo la voz y el cuerpo como denuncia de la violencia obstétrica” pues es necesario visibilizar, identificar y nombrar estas prácticas, sabiendo que las experiencias negativas durante el embarazo, parto o posparto generan profundas heridas emocionales y dificultades en la vinculación madre-bebé.  La violencia obstétrica no solo afecta físicamente, sino que también puede desencadenar secuelas psicológicas significativas.

Entonces, ¿cómo es posible que, tras recibir violencia, esa mujer le regalara una botella de vino al obstetra?

Se ha normalizado que los partos se reconozcan como intervenciones e ingresos hospitalarios y que la mujer se convierta en paciente, como sinónimo de urgencia, medicalización y enfermedad. Esta visión biomédica e intervencionista, pertenece a su vez a un entramado más amplio de violencias estructurales, en los que factores como género, clase, etnia, discapacidad,… intensifican la vulnerabilidad siendo estas realidades las más silenciada.

En palabras de Noemí Soriano, trabajadora social, que participó en el III Encuentro Internacional sobre Violencia Obstétrica, son las mujeres con discapacidad intelectual las que sufren mayor vulneración de su derechos sexuales y reproductivos.

Por tanto, es debido a la suma de valores culturales, sociales y estructurales, que se aceptan, legitiman y perpetuán prácticas deshumanizadas en el embarazo, parto y postparto, bajo la idea de que son “necesarias”, “normales” o “inevitables” y con la visión del personal médico como una autoridad indiscutible y las mujeres tratadas como “pacientes pasivas”.

Esto no deja indiferente a los propios profesionales que, a veces ejercen esta violencia de manera automática y, de nuevo, normalizada, generando en ellas/os también una huella no tratada o reconocidas. Son muchos los que también han comenzado a dar voz y a revelarse contra un sistema que no promueve los cuidados o la mirada centrada en el bebé y la madre. Encontramos iniciativas como la del Institut Català de Salut y el hospital Vall d’Hebron con una obra de teatro dirigida al personal sanitario que se representará en otros siete hospitales de Cataluña denunciando la violencia obstétrica

Y siguiendo con la cita de Silvia Marte:

“Es urgente y necesaria una reflexión y una movilización de nuestra sociedad en pro de los derechos humanos de mujeres y bebés. Se dice que las víctimas no tienen voz, pero la tenemos. Puede que lo que decimos aquí no cambie el mundo, pero decidir que tenemos el derecho a contarlo, sí lo hace”.

Desde asociaciones como El Parto es Nuestro también se insiste en esta idea, la importancia de no callar: 25N: prohibido callar

Todas las formaciones del IESMP tienen como fin último lograr una atención sanitaria a la perinatalidad exenta de violencias, respetuosa con las necesidades de madres, bebés y familias y cuidadosa también con las profesionales que les atienden.

Puedes saber más sobre violencia obstétrica en nuestros cursos:

 – La mirada perinatal en el ámbito social

 – Psicopatología del parto y nacimiento

 – Psicoterapia en el trauma perinatal

 

 

Etiquetas: