La maternidad es una etapa de una profunda transformación cerebral y reestructuración psíquica, además de una proeza física.  Eso convierte el posparto en una etapa especial, que las madres necesitan transitar en compañía de otras madres.  Y no es solo una necesidad expresada por ellas: cada vez hay una mayor evidencia científica en torno a la importante función psicosocial de las comadres. En concreto en el período perinatal, se ha podido comprobar que los grupos de apoyo mutuo juegan un eficaz papel promotor de bienestar y protector ante los trastornos de salud mental. Un estudio londinense analiza el beneficioso impacto sobre la salud mental y el bienestar de un programa que prepara a las madres para ofrecer apoyo a otras con experiencias similares.
 

Un estudio del NCT (National Childbirth Trust) y la City, University of London ha detectado que las madres con dificultades emocionales que accedieron al apoyo de otras madres mostraron mejoras significativas en su bienestar y salud mental: se redujeron de manera significativa sus puntuaciones en ansiedad y depresión y manifestaron sentirse menos aisladas.
Las madres analizadas formaron parte del programa de apoyo entre iguales del NCT Parents in Mind, dirigido a mujeres que experimentan enfermedades mentales leves en el embarazo o el puerperio, o con factores de riesgo para llegar a experimentarlas. Pueden acceder por derivación del personal sanitario, pero también inscribirse de forma autónoma.
Allí se les enseña a practicar la escucha empática, ofrecer apoyo emocional y señalar otros servicios comunitarios que pueden ayudar a las madres con experiencias similares. Hasta ahora, 77 voluntarias han ofrecido apoyo a 200 madres recientes y embarazadas.
El proyecto fue sometido a evaluación externa por parte de las investigadoras Jenny McLeish y Susan Ayers, de City, University of London. Mediante la validada Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HADS) observaron reducciones significativas en las puntuaciones medias: de 13.07 a 10.53 (-2.53) en ansiedad y de 8.8 a 6.29 (-2.5) en depresión. Con este descenso las puntuaciones medias alcanzaron valores normales.
Dos tercios de las madres que recibieron este apoyo tuvieron puntuaciones más bajas de ansiedad y depresión; muchas de ellas manifestaron explícitamente que el apoyo de las otras madres fué el responsable de su mejoría anímica. El 86% de las participantes indicaron que el programa les había ayudado a sentirse menos aisladas y solas, a saber dónde encontrar la ayuda que pudieran necesitar y a contar con alguien con quien hablar que las comprendera. Para el 74%, el programa les había ayudado a tener más esperanza en el futuro.

Apoyo mutuo y atención profesional: recursos diferentes, complementarios y eficaces

La encuesta sobre maternidad llevada a cabo en EE.UU 2019 State of Motherhood Survey arroja que un tercio de las mujeres cree necesitar ayuda con su salud física y mental, y un 26% de las mujeres acuden a otras madres como inspiración. Teniendo en cuenta las elevadas tasas de trastornos que no son diagnosticados ni tratados, aprovechar estos espacios de apoyo mutuo puede ser una forma de que las madres consigan la orientación y el ánimo que necesitan.
La profesora Susan Ayers destacó que las formas de apoyo entre madres son diferentes a las de la atención profesional, pero también tienen eficacia en la mejora de la salud mental materna.
En otros países, como EE.UU., empieza a reconocerse esta distinción y se están llevando a cabo programas de preparación de personas capaces de prestar eficazmente apoyo a sus iguales, como el SISTER de The Postpartum Society of Florida dirigido a madres que se han recuperado de una enfermedad mental durante el posparto, Algunos de ellos incluso permiten acceso a una certificación que reconoce su labor dentro del sistema sanitario estadounidense.

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