El pasado 15 de noviembre la OMS publicaba nuevas recomendaciones para el cuidado del bebé prematuro o bebé de bajo peso al nacer entre las que se incluye el contacto inmediato piel con piel para mejorar su supervivencia.
La Organización Mundial de la Salud publicaba el pasado 15 de noviembre de 2022 una serie de recomendaciones para mejorar la supervivencia y la salud de los bebés nacidos prematuramente (antes de 37 semanas de gestación) o con bajo peso al nacer (menos de 2,5 kg). En estas nuevas directrices se insiste en que estos bebés también deben poder disfrutar del contacto piel con piel con la madre (o persona cuidadora si es imposible que lo haga la madre) en el momento inmediato del nacimiento en lugar de hacer uso de la incubadora, dado los inmensos beneficios para la salud que aporta el hecho de que la madre y el bebé estén juntos tras el nacimiento en lugar de ser separados.
Según datos de la organización, el 45 % de todos los menores de cinco años que mueren son recién nacidos, y entre el 60 y el 80 % de los recién nacidos que mueren son prematuros o nacen con bajo peso. Cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, lo que representa más de uno de cada diez bebés nacidos en todo el mundo, y un número aún mayor de bebés (más de 20 millones) presentan peso bajo al nacer, por lo que la prematuridad es un grave problema de salud pública sobre el que debe ponerse el foco de forma urgente. “Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen un riesgo de mortalidad de 2 a 10 veces mayor que los bebés nacidos a término y con peso normal al nacer. A pesar del progreso sustancial en los últimos 10 años, la supervivencia, la salud, el crecimiento y el desarrollo neurológico de los bebés prematuros y de bajo peso al nacer siguen siendo preocupantes en muchos países. Las razones incluyen las complejidades del cuidado de estos bebés vulnerables y la prevención de complicaciones”, señalan.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, destacaba durante la presentación de la guía de recomendaciones que la mejora de los resultados para estos bebés no siempre pasa por encontrar soluciones basadas en la tecnología más avanzada, sino por garantizar el acceso a una atención sanitaria esencial centrada en las necesidades de las familias. “Los bebés prematuros pueden sobrevivir, prosperar y cambiar el mundo, pero a cada bebé hay que ofrecerle esa oportunidad”. Las posibilidades de supervivencia de los bebés prematuros siguen presentando variaciones importantes en función del lugar de nacimiento. Es por ello que en el documento también se incluyen recomendaciones para garantizar el apoyo emocional, económico y laboral a las familias de bebés que nacen muy pequeños o prematuros, ya que suelen enfrentarse a situaciones de mucho estrés y tienen dificultades añadidas debido a las necesidades añadidas de cuidado que requieren sus bebés, así como a la ansiedad que genera su estado de salud. Así lo han observado tras analizar las observaciones formuladas por familias recogidas en más de 200 estudios y que han servido para formular estas recomendaciones.
La importancia del contacto piel con piel
La mayoría de los bebés prematuros se pueden salvar aplicando medidas muy factibles como la atención de calidad durante el embarazo, el parto y el postparto, la prevención y tratamiento de las infecciones más comunes, y, por supuesto, el Método Madre Canguro. Este método combina el contacto piel con piel con la madre (o con otro cuidador si no es posible) durante el mayor número de horas posible, y la lactancia materna exclusiva. Según está demostrado con datos empíricos, la lactancia materna reduce los riesgos de infección en comparación con la alimentación con leche artificial. Cuando no se dispone de leche materna, la mejor alternativa es la leche humana de donantes.
Dado que los bebés prematuros padecen falta de grasa corporal, muchos de ellos tienen problemas para regular su temperatura al nacer y, a menudo, necesitan asistencia médica para respirar. Si bien antes se recomendaba separarlos durante la primera fase con el objetivo de estabilizarlos en una incubadora entre tres y siete días, la ciencia ha demostrado que esto tiene peores resultados. Una investigación reciente, publicada en 2021, Immediate “Kangaroo Mother Care” and Survival of Infants with Low Birth Weight, en la que participaron neonatólogos de cinco países, liderado por el doctor Nils Bergman, reconocido médico especialista en neurociencia perinatal y docente del Instituto en el Seminario de neurociencia y epigenética del nacimiento, demostró que iniciar los cuidados madre canguro tras el nacimiento mejoran los índices de supervivencia más que esperar a la estabilización del recién nacido para iniciarlos. Bergman, que lleva casi tres décadas dedicado al estudio, la investigación y la práctica de los Cuidados Madre Canguro, tanto con bebés prematuros como con nacidos a término, ya lo dijo: la madre es el hábitat natural del recién nacido.
Las nuevas directrices de la OMS no sólo van dirigidas a los países más pobres, los países con altos ingresos deben replantearse la forma de prestar los cuidados intensivos neonatales para que no haya una separación.
Desde el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal celebramos cada avance en este sentido. Necesitamos que quienes atienden y cuidan a madres y bebés sepan que el parto y el nacimiento, así como los primeros momentos de la vida, son etapas críticas desde el punto de vista neurológico, hormonal y psicoafectivo, por lo que deben ser cuidados de forma exquisita.
Sigamos trabajando para que así sea.
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